LÍNEAS TEMÁTICAS
Movimientos
sociales
¿nuevas formas de manifestación y acción colectiva?
Durante el 2011, los problemas
personales y privados han devenido en problemas colectivos y públicos. Las
numerosas y masivas movilizaciones desbordan el simple malestar de individuos
aislados y, ante el acato y la pasividad reciente, se antepone la actividad y
la organización en función de la visibilización y posible solución de dichos
conflictos. En este contexto, se destaca un giro en el carácter y en la fuerza
de las estrategias de manifestación y subversión, las cuales van desde marchas
y coreografías, hasta huelgas de hambre y
barricadas. ¿En qué medida estas y otras movilizaciones permitieron
alcanzar cambios? ¿Son sus efectos profundos, en términos transformacionistas, o más bien
superficiales, en términos reformistas?
El
retorno del sujeto
¿entre la sujeción y la subversión?
Parece
ser que se ha impuesto la necesidad de reconocer la singularización y
diversificación creciente de las trayectorias sociales de los sujetos.
Asistimos a un momento de la historia dónde la construcción reflexiva de los
vínculos sociales ya no dependen determinadamente en las antiguas categorías de
Estado, Trabajo o Clase. Por un lado la institucionalidad se aleja de los
actores, pendientes de los vaivenes de la economía global, y por otro los
sujetos parecen querer continuamente distanciarse de esos referentes ya
tradicionales en pos de la búsqueda de lo novísimo. Este distanciamiento en
muchos casos ha implicado creciente malestar en los sujetos individualizados.
Con todo ¿Hasta que punto estos padecimientos son propios de los procesos de
individualización crecientes en la modernidad tardía?, ¿son productos de los
avatares propios de los intentos de la subjetivación y autonomía individual? o
bien y al contrario ¿hasta qué punto este malestar que parece individual y
personal no debería ser interpretado como una nuevas formas de dominación que
silenciosamente hiperresponsabiliza a los particulares de los efectos perversos
propios del sistema, al paso que se celebra e incita la emergencia de los
sujetos individuales y amos de sí? o dicho de otra forma ¿hasta que punto el
sufrimiento, el malestar de los individuos es producto de la sujeción o de la
subjetivación de éste?
El
lugar de lo público
¿entre la opinión pública, los medios de comunicación y
las redes sociales?
La preponderancia que tienen los
medios de comunicación es indiscutible, jugando un rol clave en la
configuración de actitudes, representaciones y comportamientos, ya sea gracias
a lo que dicen o a lo que omiten. En ese sentido, por un lado, destaca la
criminalización que han hecho sobre los movimientos sociales y la centralidad
dada a los hechos de violencia física protagonizados por ciertos “elementos
sociales disruptivos”. Por otro lado, y no menor, está el esfuerzo por mostrar
a todo conflicto social como resultado de la voluntad y del esfuerzo de los
sujetos, promoviendo la emocionalización del conflicto. ¿Por qué se recurre a significar los discursos en
torno a las emociones? ¿Cuál es el trasfondo de las estrategias que explotan a la indignación, la molestia, el enojo?
Otro aspecto a considerar, son
los cambios respecto de los medios sobre los cuales la opinión pública se
erige. Si en el inicio la opinión pública se refugió en cafés; luego en los
periódicos, la radio y la televisión; hoy irrumpen las redes sociales como
formadoras de opinión pública, cuya participación se ha puesto de relieve en
fenómenos diversos como la Primavera Árabe o los propios movimientos
estudiantiles chilenos. Por ello, cabe preguntarse: ¿cuál es el rol que están
teniendo, actualmente, el activismo virtual en redes sociales?
Tensión(es)
entre orden y conflicto
Fuerzas, tensiones, dominación y
jerarquías son distintos componentes de una estrecha y compleja relación entre
orden y conflicto. Esta relación no sólo la observamos en las cúspides de la
estructura social o en clase política, sino que también en sus bases y en los
espacios cotidianos, entonces, el orden no necesariamente significa la ausencia
de conflictos. ¿Cómo aprehender el o los conflictos sobre el telón del orden?
¿Cómo comprender el antagonismo más allá de la dicotomía amigo-enemigo? Asumir
el conflicto trae consigo, además, asumir la pérdida de los consensos, lo que
se contradice con la fórmula democrática chilena: ¿cuáles son las causas y
consecuencias de este fenómeno?
Repertorio(s)
cultural(es) de la posdictadura chilena
La instalación y consolidación
del modelo neoliberal significó un shock cultural, no tan sólo un cambio
económico en relación a las maneras de producir, sino que también en las formas
de pensar. El advenimiento del neoliberalismo y la recuperación de la
democracia marca un proceso de cambio sociocultural, cuyo rasgo principal es
una fusión contradictoria entre diversas orientaciones valóricas como una forma
de adaptarse y de protegerse contra el avasallamiento del mercado, las
comunicaciones y los poderes fácticos. En este sentido, es posible sostener que
este proceso introduce cambios en los repertorios culturales o conjunto de
herramientas simbólicas que delimitan los aspectos morales (valóricos, éticos),
culturales, y socioeconómicos, que delimitan las maneras de vivir, representar
e imaginar tanto la propia vida como la vida social.
Ruidos
en Chile y en el mundo
La indignación, sea en Nueva
York, Madrid o Santiago de Chile, devela un descontento con el modo de vida,
con el orden, siendo una réplica (al fin, una respuesta) a los medios y consecuencias a través de los cuales se erige
el “modelo de desarrollo”, hoy visto como “único mundo de la vida” posible.
Conjuntamente, dicho modelo de vida, defiende la hiper-responsabilización del
sujeto en las sociedades neolliberales, lo que abre el debate sobre la
siguiente interrogante: ¿Por qué el malestar es “malo”?
¿Cómo
abordar el malestar y el conflicto?
El papel de las Ciencias Sociales y la
Humanidades en el abordaje del antagonismo.
El desarrollo de las Ciencias
Sociales trae consigo la discusión sobre su papel en el contexto en el cual
surge y se desenvuelve, por ello resulta pertinente cuestionarse: ¿Cómo
estudiar al conflicto?, ¿cómo abordar metodológicamente el antagonismo social?.
Por otro lado podemos ver la incapacidad de atender de manera integrada desde
las ciencias sociales los procesos sociales, cayendo en facilismos teóricos. Al
respecto, ¿cómo es que de las ciencias sociales se puede hacer un diálogo o debate
sobre los procesos sociales? ¿Las Ciencias Sociales dan cuenta que la Sociedad
además de ser, también se hace?
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